Dos tercios de los adolescentes brasileños evaluados en la prueba Pisa no pueden distinguir hechos de opiniones, según un informe de la OCDE. Los expertos cuentan cómo manejar los contenidos digitales inapropiados y dan consejos para utilizar las alternativas digitales a favor del aprendizaje en el aula.
Actualmente, las aulas están compuestas por estudiantes que forman parte de la generación de nativos digitales, nacidos en un contexto de contenido e información ilimitada y ya inmersos y familiarizados con las tecnologías. Sin embargo, Internet, las redes sociales y, más recientemente, la inteligencia artificial, aunque cuentan con innumerables beneficios y facilidades, también pueden representar riesgos para el desarrollo de niños y adolescentes. Esto se debe a que, en esta etapa de descubrimientos y curiosidad, aún no hay madurez para evaluar los riesgos de hacer clic en un enlace desconocido o incluso para elegir fuentes confiables.
Según la investigación Tic Kids Online Brasil 2021, realizada por el Comité Gestor de Internet en Brasil (CGI.br), en colaboración con el Centro Regional de Estudios para el Desarrollo de la Sociedad de la Información (Cetic.br), actualmente 24 millones de niños y adolescentes brasileños de 9 a 17 años utilizan Internet, lo que representa el 92% de la población en ese rango de edad. Los datos también indican que más de la mitad de los jóvenes de 9 a 17 años ya se han encontrado con contenido para adultos o violento en Internet. Además, aproximadamente el 24% de los entrevistados afirmaron haber sufrido algún tipo de violencia o acoso en línea recientemente.
Frente al desafío detallado anteriormente, en el cual reconocemos que Internet, las redes sociales y la inteligencia artificial se han establecido de manera permanente y traen consigo beneficios y oportunidades de conocimiento, se vuelve esencial proporcionar orientación clara a los niños y adolescentes sobre el uso moderado, consciente y seguro de estas herramientas no solo en casa, sino también en el entorno escolar.
Escuchamos, entonces, a tres profesionales de la educación involucrados en diferentes áreas, que comparten experiencias e ideas prácticas para orientar tanto a padres y maestros, como a los niños en este viaje digital. Consulta a continuación:
Mejor que prohibir es sumar
Recientemente, la educación se enfrentó a otra tecnología que ya está presente en las aulas: la inteligencia artificial. Según un estudio realizado por KPMG Australia y la Universidad de Queensland, los ciudadanos de India, China, Sudáfrica y Brasil son poco críticos con respecto a la implementación continua de sistemas de IA. Y aquí, el 56% confía en la herramienta. La nueva fuente de investigación e información es otro instrumento que debemos entender y decidir cómo, cuándo y por qué usar en las escuelas y en casa.
Bryan Iversen, director de tecnología de Avenues The World School en São Paulo, reconoce que la IA no es solo una tendencia, sino una fuerza transformadora que dará forma a todos los aspectos de nuestras vidas, incluida la educación.
“Estamos adoptando un enfoque proactivo para garantizar que nuestros profesores y estudiantes comprendan cómo utilizar la IA y sean conscientes del impacto que tendrá en la sociedad. Por un lado, nuestro equipo de investigación y desarrollo creó ‘Savvy’, un chatbot para todos los miembros de Avenues. Además de ‘Savvy’, más de 50 profesores en São Paulo se unieron y crearon un grupo de estudio de IA para mantenerse actualizados sobre nuevos enfoques pedagógicos que utilizan esta tecnología. También realizamos nuestra primera ‘Semana de IA’, en la que las colaboraciones entre las áreas de arte, profesores, estudiantes y equipo técnico destacaron la tecnología en todo el campus”, dice.
Sin embargo, Sean Story, Bibliotecario Jefe también de Avenues São Paulo, afirma que lo más importante para abordar el contexto en su conjunto es no intentar frenar los avances e invertir en bases de datos amplias para garantizar que los estudiantes puedan acceder a fuentes confiables de información. “Tenemos una fuerte colaboración interna entre los departamentos de tecnología, biblioteca y medios, y académico para proporcionar instrucción, reflexión y oportunidades de aprendizaje para los estudiantes en relación con el consumo de contenidos digitales. Hay herramientas que permiten el monitoreo del flujo de información, pero es a través del estímulo a la reflexión y la responsabilidad que creemos que el alumno estará preparado para navegar en el mundo digital de manera ética y segura”.
Proporcione seguridad para ofrecer autonomía y protagonismo
Una de las herramientas utilizadas por Avenues São Paulo para proporcionar un entorno seguro de consumo de información es desarrollada por Britannica Education, una institución que ofrece soluciones educativas que buscan mejorar los resultados en el aula en todo el mundo y cuyas soluciones son utilizadas por 2 de cada 3 escuelas estadounidenses. La institución se originó en la antigua Enciclopedia Británica, que con más de 250 años de historia se mantiene actual en la era de la seguridad en la educación digital.
La Vicepresidenta de Desarrollo Profesional de Britannica Education, Lori Lynch, señala que la generación que se encuentra en el aula es capaz de realizar múltiples tareas de manera eficiente, tiene una afinidad profunda por las imágenes y los juegos, y prefiere contenidos que se presenten de manera multimedia e hipertextual. Esto añade un desafío al currículo escolar, ya que este conjunto de características hace que anticipen la noción de autonomía y, como consecuencia, busquen un papel protagónico en su propia experiencia, que incluye el acto de aprender.
“Es aquí donde la tecnología educativa puede actuar para crear entornos de enseñanza más dinámicos. Involucran a los estudiantes de manera creativa, fomentan la colaboración y el trabajo en equipo, y permiten un acceso más amplio a materiales educativos diversos al tiempo que proporcionan al profesor una herramienta para monitorear el entorno sin podar la autonomía y el protagonismo del alumno”, afirma Lori.
Aprender a investigar
Contrariamente a lo que la opinión común imagina, ser un nativo digital no convierte automáticamente a la persona en capaz de comprender, distinguir y utilizar de manera eficiente el conocimiento disponible en Internet. Por el contrario, el informe “Lectores del Siglo 21 – Desarrollando Habilidades de Alfabetización en un Mundo Digital”, elaborado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), muestra que en gran medida son incapaces de comprender matices o ambigüedades en textos en línea, localizar materiales confiables en búsquedas de Internet o en contenido de correos electrónicos y redes sociales, evaluar la credibilidad de fuentes de información o incluso distinguir hechos de opiniones.
A partir del Pisa, un examen internacional aplicado por la OCDE en 79 países, incluido Brasil, se evaluaron las habilidades de interpretación de texto de estudiantes de 15 años. En nuestro país, solo un tercio (33%) de los estudiantes fue capaz de distinguir hechos de opiniones en una de las preguntas aplicadas en el Pisa. La media cuando se consideran todos los países es del 47%.
Según el estudio, solo la mitad de los estudiantes en los países de la OCDE dijeron ser enseñados en la escuela para reconocer si la información que están leyendo está sesgada, y el 40% de los estudiantes en esos países no pudieron reconocer los peligros de hacer clic en enlaces de correos electrónicos de phishing, por ejemplo.
Saber investigar es fundamental en la era digital, donde la información está al alcance de un clic. Capacitar a los jóvenes en esta habilidad no solo les permite acceder a conocimientos variados, sino que también los hace más críticos y conscientes al saber evaluar la confiabilidad de las fuentes. Poliana Silva, CEO y fundadora de Somos BEEM – una consultoría en biblioteca escolar y multi letramiento – ha construido algunos pasos que pueden orientar a los estudiantes en las investigaciones:
Construcción – Cuando el alumno va a desarrollar una investigación, es muy importante que tenga claridad sobre el tema, por lo que la etapa de construcción es esencial. En ella, se elaboran el tema y el problema. En esta etapa, también se explora la habilidad de hacer preguntas y tener un pensamiento y visión crítica.
Refinamiento – Dentro del refinamiento, el estudiante aprende sobre la estructura, las estrategias y las palabras clave que utilizará para la elaboración de la investigación. También aprende cómo hacer comparaciones de los resultados obtenidos en las fuentes investigadas.
Investigación – En la etapa de investigación, se enseña al alumno a evaluar las fuentes de investigación a las que ha tenido acceso, comparando la calidad del material y entendiendo lo que realmente es real y relevante. En este punto, las bases de datos son muy importantes, ya que ofrecen las fuentes de manera más precisa y confiable.
Análisis y Uso – Ahora que el estudiante ya tiene la información, comprende que es de calidad y confiable, necesita utilizarla de manera ética. Entonces, el profesor desarrolla junto con el estudiante la manera correcta de insertar la información en el texto, para que pueda extraer la información y utilizarla sin plagio, por ejemplo.
Poliana explica que estas son algunas de las herramientas básicas para que cualquier alumno, independientemente de la etapa escolar, las use para poder crear buenas investigaciones.
Un buen ejemplo de esto son las acciones implementadas por Avenues São Paulo, como la utilización del programa Civic Online Reasoning de la Universidad Stanford para trabajar con los estudiantes, ayudándoles a comprender quién puede estar detrás de la información que encuentran en línea, cuál es la evidencia que se presenta para respaldar una afirmación, y para verificar lo que otras fuentes están diciendo sobre el tema.
“Estas tres preguntas guías ayudan a nuestros alumnos a convertirse en usuarios más críticos en un mundo digital en constante cambio. Aquí, la alfabetización mediática es extremadamente importante”, explica Sean Story.
